Las medidas implementadas impulsarán a Europa hacia sus metas en la Década Digital para 2030, promoviendo una Europa más sostenible, equitativa y tecnológica.
La ley europea de chips se implementó a finales de septiembre y busca asegurar la seguridad del suministro, la resiliencia y el liderazgo tecnológico de la UE en semiconductores mediante medidas globales.
Esta ley fortalecerá la fabricación de chips en la Unión Europea, impulsará la industria del diseño en Europa y respaldará la expansión e innovación en toda la cadena de valor. Su objetivo es duplicar la cuota de mercado actual de la UE al 20 % para 2030.
Dicha ley consta de tres pilares:
El pilar inicial, la iniciativa «Chips para Europa», fortalece el liderazgo tecnológico europeo al agilizar la transición del laboratorio a la fábrica, acortando la brecha entre investigación, innovación e industria. Esto impulsará la industrialización de tecnologías innovadoras en empresas europeas, con la ejecución liderada por la Empresa Común para los Chips.
El segundo pilar establece un marco para garantizar la seguridad del suministro de semiconductores mediante inversiones y mejora de capacidades de producción. Esto incluye instalaciones de producción integrada y fundiciones abiertas en la UE que sean líderes y contribuyan a la seguridad del suministro.
A través de su tercer pilar, la Ley Europea de Chips establece un mecanismo de coordinación entre los estados miembros y la comisión para fortalecer la colaboración, supervisar el suministro de semiconductores, anticipar posibles escaseces y, en caso necesario, activar una fase de crisis.
En resumen, con sus tres pilares, la ley europea de chips sienta las bases para una Europa más sostenible, equitativa y tecnológica en la era digital.