El estudio estima que la falta de ampliación supondrá unas pérdidas de 1.024 millones de euros anuales en Valor Añadido Bruto (VAB) y afectará a 16.240 empleos cada año hasta 2030. La situación incide especialmente en sectores estratégicos como el turismo, la automoción, la agroalimentación, la farmacéutica o la electrónica, con más de 56.000 empresas valencianas que dependen del transporte aéreo para sus operaciones.

Además, la saturación del aeropuerto amenaza con desviar operaciones de carga aérea hacia otros nodos logísticos, lo que encarecería la actividad exportadora y restaría competitividad a las cadenas de suministro valencianas.

El informe también subraya la infradotación del aeropuerto de València en comparación con otras infraestructuras similares en España y Europa. Mientras ciudades competidoras han emprendido ambiciosos planes de ampliación, València ha recibido apenas el 1,5% de la inversión nacional en aeropuertos entre 2022 y 2026, lo que supone 33,4 millones de euros de un total de 2.250 millones.

“El aeropuerto de València está actuando como un freno al crecimiento. Su insuficiente capacidad es ya un factor limitante para el desarrollo del turismo, la logística y la atracción de inversiones”, ha afirmado el presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata.

Cámara Valencia insta a abordar con urgencia la ampliación del aeropuerto, con el fin de garantizar su papel como motor económico y logístico de la Comunitat Valenciana en los próximos años, reforzando la conectividad internacional y consolidando a València como un destino competitivo en los mercados globales.