Publicado el 15 de enero de 2025
El consumo masivo y el crecimiento en la producción textil generan grandes cantidades de residuos. Actualmente, solo el 13% de los residuos textiles se reciclan de alguna forma, y menos del 1% se reutiliza para crear nueva fibra. La mayoría acaba convertida en trapos o materiales de menor valor.
El principal obstáculo es la falta de separación adecuada de los residuos textiles, lo que provoca que más del 85% termine en vertederos o incinerado.
La Directiva Europea EU 2018/851 obliga a los Estados Miembros a implementar la recogida selectiva de residuos textiles antes del 1 de enero de 2025. Esta medida busca fomentar la reutilización y el reciclaje, impactando directamente en toda la cadena de valor del sector textil.
En España, esta directiva se integrará en la nueva Ley de Residuos, que establecerá la responsabilidad ampliada del productor y prohibirá la destrucción de excedentes textiles no vendidos.
La Ley de Residuos de España fija metas ambiciosas: en 2025, al menos el 55% de los residuos domésticos, incluyendo los textiles, deberán ser preparados para su reutilización o reciclaje. Este porcentaje aumentará al 60% en 2030 y al 65% en 2035.
Además, se fomentará la reutilización mediante sistemas que promuevan la reparación de productos textiles.
El sector textil enfrenta importantes desafíos. La revalorización de mezclas de fibras y los altos costes asociados a la clasificación manual de residuos son algunas de las barreras más significativas.
El ecodiseño se presenta como una solución clave: consiste en crear productos mono-materiales o que faciliten su desmontaje y separación para el reciclaje. Incorporar criterios ambientales desde el diseño inicial es fundamental para asegurar un futuro más sostenible.