La Comisión Europea presentó el 16 de julio de 2025 su propuesta para el próximo Marco Financiero Plurianual (MFP) 2028–2034 (más información en nuestro blog), un presupuesto a largo plazo de la UE concebido para afrontar retos crecientes en ámbitos como la seguridad, la energía, la migración, la competitividad y la resiliencia climática.
Este nuevo MFP se plantea como un presupuesto más flexible que busca reforzar la capacidad de Europa para dar una respuesta con visión de futuro a cambios geopolíticos y económicos sistémicos.
Acompañando a la propuesta de presupuestos, también presentó la Decisión sobre Recursos Propios (ORD), que explica de dónde se va a obtener la financiación, y la norma que regula cómo las instituciones van a interactuar entre sí en lo relativo al presupuesto, conocida como Acuerdo Interinstitucional (IIA).
Desde una perspectiva técnica-institucional, el nuevo MFP 2028–2034 tendrá importantes repercusiones para las empresas valencianas:
La agricultura y la agroindustria valencianas seguirán contando con el respaldo de la PAC en el nuevo MFP, aunque el presupuesto agrario de la UE sufrirá un recorte aproximado del 10%. Esto podría implicar una ligera reducción de ayudas directas y de desarrollo rural, si bien se mantiene garantizado el apoyo a la renta de los agricultores, incluyendo pagos por prácticas ambientales, ayudas a jóvenes, inversiones y seguros, con procedimientos más simplificados. El soporte a cultivos clave como cítricos, hortofrutícolas, vinos o arrozales se mantendrá, pero con mayor condicionalidad ambiental e incentivos a la innovación. La integración de la PAC en un Plan Nacional más amplio ofrece la oportunidad de coordinar mejor estos fondos con los de desarrollo regional, favoreciendo proyectos de regadío eficiente, bioeconomía o desarrollo rural vinculado al turismo.
La industria valenciana, con sectores destacados como el automovilístico, cerámico, textil, agroindustrial o químico, se beneficiará de la fuerte apuesta europea por la competitividad, la innovación y la autonomía estratégica. El nuevo Fondo Europeo de Competitividad (FEC), dotado con un amplio presupuesto para transición verde, digitalización y resiliencia industrial, abrirá oportunidades inéditas de financiación. Este instrumento apoyará proyectos de descarbonización (como el hidrógeno verde en la cerámica de Castellón), digitalización de procesos (Industria 4.0) y desarrollo de tecnologías clave como electromovilidad, semiconductores o biotecnología.
Las pymes innovadoras valencianas podrán acceder a convocatorias más simples gracias a la integración de programas como COSME, InvestEU o Digital Europe, que funcionarán bajo una ventanilla única. Además, los crecientes fondos europeos en defensa y espacio, quintuplicados respecto al marco anterior, permitirán que empresas locales participen en consorcios de tecnología dual en ámbitos como drones, ciberseguridad o logística militar.
La economía digital valenciana, que incluye startups, el sector TIC, la economía creativa y las ciudades inteligentes, será una de las grandes beneficiadas del nuevo MFP. La transición digital figura entre las prioridades del Fondo de Competitividad, que financiará infraestructuras como redes 5G y centros de datos, la adopción de tecnologías avanzadas —IA, IoT, blockchain— y el desarrollo de competencias digitales. Programas como Digital Europe, reforzado en este marco, impulsarán áreas clave como supercomputación, ciberseguridad y formación tecnológica.
La propuesta de incremento presupuestario en el programa Horizonte Europa (+63%) posibilita la aparición de nuevas oportunidades para universidades y centros de I+D regionales, que podrán liderar proyectos europeos en biotecnología, inteligencia artificial y otras áreas punteras. Asimismo, Erasmus+ ampliado fomentará la capacitación digital de jóvenes y trabajadores.
La propuesta eleva al 35% el objetivo mínimo de gasto climático, garantizando financiación transversal para proyectos verdes en todas las rúbricas.
El Fondo de Competitividad prioriza la transición limpia y descarbonización, ofreciendo apoyo directo a proyectos de energías renovables, almacenamiento energético, hidrógeno verde —clave para el clúster valenciano— y economía circular.
Las industrias intensivas en energía podrán beneficiarse de fondos para tecnologías de bajas emisiones, mientras que el Connecting Europe Facility ampliará su apoyo a infraestructuras energéticas, incluyendo interconexiones eléctricas y corredores de hidrógeno. En el ámbito rural, seguirán disponibles recursos para energías renovables descentralizadas y bioeconomía a través de programas de desarrollo rural y Horizonte Europa.
El presupuesto contempla, además, un mecanismo de préstamos de hasta 400.000 M€ que podría activarse ante crisis energéticas severas. El enfoque de crecimiento verde permite que prácticamente cualquier proyecto regional con impacto ambiental positivo pueda optar a apoyo europeo, siempre que se articule con propuestas sólidas y combinando subvenciones con financiación privada.
La innovación se consolida como un eje transversal del nuevo MFP, clave para el desarrollo territorial. Para el ecosistema valenciano, sólido en universidades, institutos tecnológicos y parques científicos, el aumento de Horizonte Europa a 175.000 M€ supone mayores oportunidades para participar en proyectos punteros de I+D en ámbitos como salud, clima, industria, energía o digitalización. Centros ya consolidados en convocatorias europeas, podrán acceder a más financiación, incluyendo posibles misiones y partenariados con enfoque regional, como los vinculados a ciudades climáticamente neutras en las que Valencia ya es referente.
De acuerdo con la propuesta los fondos de cohesión (FEDER) formarán parte de la rúbrica 1, y estarán integrados en los Planes Nacionales. Si bien la Comunidad Valenciana es considerada región desarrollada y recientemente ha sido incluida en el nivel 2 de innovación, España mantendrá un volumen similar de fondos estructurales al actual, lo que permitirá que los proyectos valencianos sigan optando a recursos significativos para competitividad empresarial, transición ecológica, formación y empleo.
Además, los programas Interreg, esenciales para la cooperación en el arco mediterráneo, continuarán ofreciendo oportunidades para iniciativas conjuntas en áreas como turismo sostenible, ecosistemas marinos o logística.