Los microplásticos representan una seria amenaza para la naturaleza y la salud humana debido a su alta durabilidad y presencia global. Además, estos gránulos de plástico contaminan el agua, el suelo y las tierras agrícolas, causando daños a los ecosistemas y la biodiversidad.

La exposición a niveles elevados de microplásticos es preocupante y es esta problemática la que plantea un desafío crítico para la conservación del planeta.

La Comisión propuso el pasado 16 de octubre medidas para evitar la contaminación por microplásticos debida a la liberación involuntaria de gránulos de plástico.

Esta propuesta busca asegurar que todos los operadores que manejan gránulos en la UE implementen medidas preventivas, con la expectativa de reducir la liberación de los mismos hasta un 74%. Esto conducirá a ecosistemas más limpios, disminuyendo la contaminación de ríos y océanos, así como reduciendo riesgos para la salud humana. Las medidas uniformes a nivel de la UE también promoverán igualdad de condiciones entre los operadores.

Para abordar las pérdidas de gránulos evitables, se propone un enfoque en tres etapas:

Para concluir, la Comisión continuará esforzándose por reducir la contaminación por microplásticos, tanto en el marco de las leyes existentes como en las futuras, liderando los esfuerzos globales para detener la contaminación plástica.